viernes, 29 de junio de 2012

La ciencia como fe.

En los últimos años reconozco que no puedo con la vida. El título del blog no es solo una cosilla graciosa que se me ocurrió cuando me di cuenta de que mi primera idea estaba ya inventada, sino que en el fondo resulta un perfecto resumen de lo que opino de la realidad contemporánea.

Me considero una persona bastante sociable y a veces tengo demasiada tendencia a empatizar con todo el mundo, esto es ponerme en el lugar del otro tratando de ver la realidad desde su punto de vista antes de formular cualquier crítica o juicio. En otras palabras, procuro no criticar a los demás por hacer algo que yo estoy haciendo. Esto que parece de sentido común es menos obvio de lo que parece, puesto que a todos nos cuesta en mayor o menor medida analizar nuestros comportamientos con objetividad. Sin embargo recomiendo encarecidamente hacerlo porque uno se da cuenta de que no es tan diferente a los demás.

Me considero un defensor del individuo y de la libertad en el sentido más amplio del término, pero de una libertad realista y no utópica. Confío en que las personas saben lo que tienen que hacer porque hay muy pocos individuos, como hay muy pocas sociedades, que hayan hecho lo que hacen por mero azar o capricho. Con esto quiero decir que respeto lo que la gente piensa, respeto que la gente defienda sus ideales y que luche por ellos, pero lo que me cuesta mucho trabajo respetar es la tendencia a mirar por encima del hombro que muchos personajes tienen.

Claro ejemplar de listillo. 
Todos hemos escuchado frases del tipo "este es un país de paletos, mira cómo se ponen con el fútbol", "como este es el país de la pandereta nos gobierna quien nos gobierna" o "¿qué vas a esperar de un país que ve Sálvame?". De las personas que pronuncian estas afirmaciones se puede decir que odian el fútbol, al Gobierno y "Sálvame" respectivamente y, por otro lado, que son unos listos que se creen que aquello que va radicalmente contra sus gustos es necesariamente obra de seres intelectualmente inferiores. O, lo que es lo mismo, que ellos son intelectualmente superiores por el mero hecho de no tener esos gustos o inquietudes políticas. Sin embargo es altamente probable que quien critica al aficionado al fútbol trasnoche los fines de semana para ver el European Poker Tour; que quien detesta al partido que gobierna defienda al suyo con el argumento de "es que en mi familia siempre hemos sido de..." y que quien demoniza a los seguidores de la Esteban se pase horas discutiendo en foros especializados sobre la posible homosexualidad de Hitler o sobre si Tyrion Lannister podría o no ser un candidato óptimo para ocupar el Trono de Hierro. Yo no critico ni lo uno ni lo otro, cada uno tiene derecho a perder el tiempo con las tontunas que más le plazcan, yo tengo las mías.

Recientemente he tenido una larga discusión a través de Twitter con @adrianesx, quien dirige el blog "De prosa a poesía", cuya lectura os recomiendo encarecidamente. Resulta que @adrianesx es "ateo practicante", es decir que defiende su ateísmo con una considerable pasión y más que razonable frecuencia. Por otro lado yo, como ya he dicho alguna vez,  me considero Cristiano; creo en las enseñanzas de Cristo, creo que murió en la cruz, que resucitó y todas esas cosas que a los cristianos nos da por creer. La conversación fue bastante tópica y predecible, ninguno de los dos descubrimos nada nuevo y todo lo que os pueda decir que nos argumentamos el uno al otro es algo que habréis oído miles de veces. Sin embargo en un momento yo le dije algo que creo profundamente, y es que el ateísmo es vivido por sus adeptos de la misma forma y con la misma fe que la religión por los creyentes. En otras palabras, que el ateísmo se comporta en la práctica del mismo modo que lo hace cualquier religión. Sorprendentemente @adrianesx se mostró muy ofendido, sin embargo esta entrada no quiere ofender a nadie y sinceramente espero que al no tener el límite de los 140 caracteres, una vez termine de leerla no se sienta atacado, porque no es la intención de la misma. Ya dije hace casi un año que escribiría sobre el tema y como buen español no dedicado a la política me gusta, aunque sea tarde, cumplir mis promesas.

En esta entrada pretendo demostrar o al menos hacer ver al lector que los ateos atacan a la religión del mismo modo y por motivos similares a los que llevaban a los católicos a atacar a los protestantes o viceversa y los que han llevado a los fieles de cualquier religión a atacar a los de otra. Es decir, que básicamente se trata de criticar al otro por sostener unos principios distintos a aquellos en los que yo tengo fe, pero con una capacidad escasa o nula de defender los míos por mis propios medios. 

Para empezar un razonamiento debería aclarar a lo que me refiero con la expresión "tener fe", lo que en realidad significa esa palabra. Hace alrededor de un año yo definí la fe como "creer cosas en las que fundamentar nuestra concepción del mundo sin ser capaces de explicarlas". Como definición no está mal aunque he tenido días mejores, sin embargo voy adjuntar otra que ahonda mucho más en lo que yo quiero explicar hoy. La RAE define "fe" en su quinta  acepción como "Creencia que se da a algo por la autoridad de quien lo dice o por la fama pública". 

Pues bien, todos aquellos que, siendo creyentes en cualquier tipo de religión, hayáis empezado una conversación sobre el tema de Dios habréis comprobado que los argumentos contra su existencia van directamente al plano de la ciencia empírica, es decir oiréis: "¿qué pruebas tienes de eso?" o "científicamente no se sostiene la existencia de Dios". Esto prueba dos cosas: 

 1º- Que los ateos tienen vocación de extender su fe por el mundo. Esta práctica fue muy común entre miembros de otras religiones en otros tiempos, sin embargo yo solo la he experimentado en la actualidad con los ateos. Es cierto que la mayoría de religiones dan la responsabilidad implícita o explícitamente a sus adeptos de extender los mandamientos por el mundo, sin embargo esto no se practica en el día a día. He trabajado con musulmanes, ortodoxos, protestantes, católicos, evangélicos, hindúes y ninguno ha tratado de que me uniese a su religión, sin embargo he visto decenas de veces ese comportamiento en ateos. Muchos pensaréis que exagero y que cualquier curilla de parroquia de barrio estará como loco por meterte ideas católicas en la cabeza, como todo pastor evangélico que se precie (que tienen hasta sus programas de televisión) e incluso señoras de los Testigos de Jehova, que llaman a tu puerta y cuesta horrores deshacerse de ellas. Tenéis razón, todos esos tratan de que nos convirtamos a su fe, sin embargo la diferencia con el ateo consiste en que los primeros están haciendo su trabajo. No he visto nunca a un católico de a pie tratando de convencer a un amigo ateo de los poderes milagrosos del Cristo de Medinaceli mientras que comen el bocadillo en la Universidad, sin embargo los ateos lo hacen a diario.

2º- Que los ateos no creen en absoluto en la existencia de Dios o cualquier ser abstracto y/o espiritual superior al ser humano, pero sí que creen en la ciencia. Del mismo modo que en otros tiempos cualquier razonamiento debía incluir a Dios para ser aceptado ahora nada es mínimamente plausible si no está dentro de los cánones de esa cosa que tanto nos gusta nombrar llamada "ciencia". 

Una vez pasada la fase en la que el ateo te recuerda que no puedes demostrar la existencia de Dios ni por supuesto la explicación mítica que la religión de turno da a temas como el del origen del Universo, aconsejo aplicar las mismas exigencias a aquellos que nos las exigen. Por lo tanto es el momento de preguntar al ateo por su idea de cómo se originó el Universo. Será cuestión de tiempo que salga en la conversación el tema del "Big Bang". El Big Bang explica que el Universo se originó en una singularidad espaciontemporal de densidad infinita matemáticamente paradójica. El espacio se ha expandido desde entonces, por lo que los objetos astrofísicos se han alejado unos de otros. Una vez que os expliquen esto con las palabras que sean les podéis pedir que ahonden en los detalles, cosas como la no existencia del tiempo ni del espacio fuera de esa cosa que explotó, qué había antes de eso, cómo podía existir un antes si no existía el tiempo, etc. Tarde o temprano alguien dirá que eso no admite duda porque está demostrado, sin embargo cuando pidáis que se os demuestre o que se os explique pormenorizadamente, el 99% de las personas no sabrán hacerlo.


Ese es el punto principal de mi argumentación, que la inmensa mayoría de los que defienden un mundo racional basado únicamente en los principios de la ciencia no tienen ni idea de los principios científicos que defienden. Esta realidad es rebatida por lo general afirmando que quien nos habla no puede ni sabe demostrarlo pero que ha habido científicos que sí lo han hecho, es incluso posible que se nos muestre algún artículo en internet o en alguna revista de divulgación científica para "demostrárnoslo". Sin embargo el hecho es que eso no demuestra nada sin fe en la fuente y en el mensajero. Es decir, si Stephen Hawking dice que en los agujeros negros sería posible hacer viajes espacio-temporales, nosotros nos lo creemos porque tenemos fe en que Stephen Hawking no dice las cosas porque sí, en que lo que dice es una verdad a la que él, a través de sus conocimientos, ha tenido acceso. Tenemos la misma fe o más en que la "comunidad científica" ha aceptado como correctas sus pruebas y, por supuesto, en que los científicos no admitirían ninguna prueba si esta no fuera cierta. En resumen, no tenemos más argumento ni prueba para demostrar la afirmación de Hawking que la fe depositada en una persona o grupos de personas. Suponemos que todo lo han hecho bien, pero no lo sabemos a ciencia cierta (curiosa expresión). Suponemos que ellos tienen un conocimiento del que nosotros carecemos y que los acerca mucho más a la verdad, pero no lo sabemos. A nivel individual no supone mucha diferencia con la fe que pone el católico en las palabras de los profetas  y en las aclaraciones, explicaciones y supervisiones que hacen de estas el Papa y los obispos en cada concilio. Es decir, el católico cree lo que cree porque cree que el profeta no dice las cosas porque sí, porque cree que éste dice una verdad a la que él, a través de sus conocimientos, ha tenido acceso; y porque tiene la misma fe o más en que los obispos y teólogos no admitirían ninguna de estas afirmaciones si no fueran ciertas. Tanto el ateo como, en este caso, el católico afirman lo que afirman por la fe que tienen depositada en una persona o grupo de personas.

Al ateo le vale cualquier explicación que venga con la etiqueta científica. Recomiendo que echéis un vistazo acompañados de amigos ateos a varios de los programas que en las últimas temporadas Punset dedicó en su programa "Redes" a la Teoría de Cuerdas (confieso que me fascinan). El desarrollo en los últimos años de la física cuántica se ha popularizado mucho. Gracias a la física cuántica oímos esta afirmación fascinante que tantos ateos defienden de que "está demostrado" que existen diez o doce dimensiones y no solo las cuatro que percibimos. Esta afirmación no deja de ser curiosa porque en ella el ateo afirma creer en algo que, en ningún caso podría ver ni sentir, solo deducir de un modelo matemático (en el hipotético caso casi imposible de que su conocimiento en matemáticas sea supino) pero es científico y vale. Simplificándolo todo mucho, lo que se afirma es que cada una de las posibilidades ante un acontecimiento físico, no solo son posibles, sino que en realidad ocurren. El motivo de que solo veamos una de las consecuencias ante una acción física es que nosotros nos encontramos en el universo en el que esa acción ocurre. Esto tan enrevesado nos otorga a nosotros como individuos nada más y nada menos que la capacidad de crear universos paralelos completos con el mero hecho de lanzar una moneda al aire (creando un universo en el que sale cara y otro en el que sale cruz con un futuro y un desarrollo totalmente distintos entre sí). En caso de ser cierta, esto significaría la existencia de universos infinitos (Multiverso), e incluso la existencia de universos en los que las leyes de la física se comportasen de modo distinto al nuestro, universos con solo dos dimensiones, universos en los que las densidades, la gravedad, el tiempo fuesen diferentes.

Si hacéis el experimento que os he dicho, al final del programa el ateo creerá en la posibilidad de universos paralelos y, no solo eso, sino en su capacidad personal de crearlos por sí mismo. Es decir, creerá en la magia porque la ciencia le ha dicho que la magia cabe dentro de un modelo matemático. Obviamente él no es capaz de entender por qué ocurre esto, pero en realidad le da igual, asume que otros sí lo entienden y él tiene fe en estos. Solo dejará de creer en ello si otro científico o grupo de científicos convencen a la mayoría de científicos de que eso es solo magia y de que las ecuaciones que llevaron a plantearse esa teoría estaban erradas en su quincuagesimotercer paso. En ese momento volverá a cambiar de opinión respecto a la existencia del Multiverso porque sus profetas, sus sacerdotes y sus "teólogos" le han dicho que los planteamiento iniciales no eran correctos. Sería parecido a lo que sintió un católico cualquiera cuando la Iglesia le dijo que no era necesario hablarle a Dios en Latín, que Él también entendía el Gallego.

Uno de los pilares de las religiones es la oración. La oración suele ser un momento de súplica al dios o dioses. Esto se hace con la esperanza, la fe, de que la divinidad haga cosas que aún no ha hecho. De tal modo en los pueblos sacan a los santos porque creen que en el futuro el santo puede hacer que llueva en zonas semidesérticas, porque creen que puede hacer que su hija encuentra un buen marido, que el embarazo sea perfecto o que esa enfermedad genética pueda desaparecer milagrosamente. En otras palabras, una de las características de la fe religiosa consiste en creer que la divinidad puede hacer cosas que no ha hecho todavía (encontrar el amor, dar salud, que nos toque la lotería). Evidentemente para esta predicción el devoto no tiene ninguna prueba, el hecho de que a mi vecina le tocase la Bono Loto después de rezar a San Romualdo no implica que eso me vaya a pasar a mí, pero confío en que me pase y por eso rezo al santo. Tengo fe en él.

Pues, volviendo al Universo, hay una cosa curiosísima en la composición del mismo. Resulta que sabemos de qué está compuesto en aproximadamente un 4% , que es la materia convencional o conocida. O lo que es lo mismo, no tenemos ni idea de qué está compuesto el 96% de la materia que nos rodea. Para poder hablar de esta anomalía se ha bautizado a este 96% como materia y energía oscura. La materia y energía oscura es , simplificándolo mucho, algo que tiene que estar pero no estamos seguros ni podemos demostrar que esté. Sin embargo, ante estas y otras ilagunas que tiene la ciencia en general y la física en particular, el ateo con fe en la ciencia y los científicos responde "el que no lo hayan explicado a día de hoy no implica que no lo vayan a hacer en el futuro". De esta forma el ateo demuestra que su fe en la ciencia es tan ciega que no está dispuesto a creer ni tan siquiera a plantearse nada alternativo hasta que la ciencia le diga qué creer. Es más, cree fervientemente en que la ciencia va a explicar y dar solución a algo que nunca jamás ha solucionado de la misma forma en la que yo creo que rezando a San Romualdo me va a tocar la Bono Loto. Porque hay algo bastante claro en lo que espero que todos podemos convenir: la ciencia ha explicado una pequeñísima parte de la realidad, es mucho más lo que los científicos afirman que no saben que lo que dicen que saben.

Después de esto, creo que una filosofía basada en la ciencia que, en la práctica general, se basa en la confianza en las personas por encima de la comprensión de lo que dicen; una filosofía que permite plantearse creer en la magia, en mundos paralelos, en infinitos indivíduos idénticos a mí repartidos por el Multiverso fruto de todas las decisiones que he podido tomar; una filosofía que cree firmemente que se van a explicar todas las dudas existentes tarde o temprano porque el camino propio es El Camino; una filosofía que permite unir esos tres elementos es una filosofía que se puede decir que se vive desde la fe.


Antes de terminar me gustaría aclarar un pequeño error que todos cometemos y que yo he aceptado e introducido adrede en esta entrada. Se utiliza muy a menudo la palabra "ciencia" incorrectamente refiriéndose a las ciencias exactas y como contraposición a la religión. Decir que la religión es una ciencia me parecería un exceso, pero desde luego que la teología lo es, del mismo modo que lo es la filosofía o la historia. Porque una ciencia no implica que el conocimiento que se obtenga a través de ella sea infalible. Un profesor nos dijo durante la carrera que una ciencia es un conjunto ordenado de conocimientos. La RAE define "ciencia" como  "conjunto de conocimientos obtenidos mediante la observación y el razonamiento, sistemáticamente estructurados y de los que se deducen principios y leyes generales".



Y por último, quiero disculparme por la extensión de la entrada de hoy y aclarar que todo lo dicho no pretende ofender a nadie. No he negado la validez de la ciencia, simplemente he analizado la forma que el común de los mortales tiene de vivirla e interpretarla. De hecho yo creo en la ciencia y creo firmemente que ciencia y religión son perfectamente compatibles y en ningún momento he pretendido negar el Big Bang o cosas similares, simplemente hacer ver a aquellos que presumen de independientes, racionales e inquietos frente a los cegados por la fe, supersticiosos, irracionales y dóciles fieles de una religión X, en realidad no son muy diferente a a ellos, simplemente han elegido "su religión". Respetad a los que han elegido otra y no os creáis superiores ni moral ni intelectualmente a ellos, porque ni ellos ni vosotros lo sois.

Gracias por leer hasta el final.

10 comentarios:

  1. Lo primero, no he leido entero, solo alguna parte, procedo.

    Me considero ateo, y no es que te quiera convencer de que dios "no existe"(mi opinion), simplemente es que no entiendo en base a que si cree el resto de la gente...
    Y ya que dices que el resto de las religiones no te intentan "reclutar", un cura te intentará convencer de que dios existe tan firmemente como yo tratare de convencerte de lo contrario. Parte de prueba es, la mala tradicion de bautizar y asi "dar la bienvenida" a los nuevos creyentes a los recien nacidos...
    Tengo un monton de amigos bautizados y no creyentes, acaso eso no es reprochable?

    ResponderEliminar
  2. Para que la comparación fuese aceptable habría que comparar a sacerdotes con sacerdotes, el ateísmo es obvio que no puede tener sacerdotes, sin embargo está plagado de predicadores. Si comparas "las bases" del ateísmo y del resto de religiones verás que los primeros son mucho más activos en eso de "predicar" que los segundos.
    Respecto a lo del bautismo, estoy esencialmente de acuerdo contigo. No tengo por qué ir muy lejos, yo mismo estoy bautizado en la Iglesia Católica y no soy católico. No diría que la costumbre de bautizar a los bebés sea "reprochable" puesto que es una costumbre adquirida durante siblos en los que la esperanza de vida de un bebé era bastante corta. Bautizando a los recién nacidos se garantizaba que su alma sería acogida por Dios, ya que pertenecería a su Iglesia. Visto desde ese punto de vista, el bautismo es totalmente bienintencionado, nada reprochable. Sin embargo creo sinceramente que va siendo momento de ir cambiando esa costumbre hasta el momento en que el sujeto sea más o menos consciente de los compromisos personales y morales que adquiere con algo tan serio como el bautismo.
    Un saludo y muchas gracias por tus comentarios.

    ResponderEliminar
  3. Bravo!! Aquí te dejo munición para atrincherarte en tu postura :-)

    http://frasesdedios.blogspot.com.es/

    Para Mario: es el ateo el que debe demostrar por qué hay "algo", es decir, porque hay "todo" (universo u universos con sus leyes comprensibles para la mente humana, y sus paramátros ajustadísimos), en vez de "nada", que hubiera sido lo más fácil de no existir propósito alguno. Dame una explicación plausible para el "ajuste fino" y me lo replanteo de nuevo. Dime cómo pudo aparecer "por azar" la primera molécula de ADN completa, sin "pasos intermedios" previos a su formación y con todas las instrucciones necesarias para que la célula se autorreplique, y, si me satisface, cierro mi blog. Saludos.

    El tema de las religiones lo considero aparte y distinto al de la existencia de Dios, así que en eso nunca entro. Allá cada cual.

    Admiro tu valentía, Barrena. Felicidades (dedito para arriba :-) el pulgar, eh? :-D)

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. Me alegro mucho de que te guste y aún más de que el dedito para arriba sea el pulgar. ;)
      Gracias por leerme y por el enlace.

      Eliminar
    2. Solo una puntualización: no creo que haya que hablar de atrincherarse, puesto que lo que intento es que no haya trincheras, sino respeto y confianza en el criterio del prójimo.

      Gracias de nuevo.

      Eliminar
    3. Hey, Barrena! :-) Me he permitido, por tol morro, copiar algunos párrafos de este artículo en mi blog. Por supuesto, he añadido autor y enlace(tengo morro pero no tanto ;-). Vete para allá y dime si he hecho bien. Si no te gusta la idea, pues borramos la entrada y punten, no hay problema. Si es de tu agrado, me vendría bien que me dieras algunas credenciales más, tu nombre, estudios académicos y eso, aunque si prefieres el anonimato, lo entenderé :-) Un abrazo, y a ver cuando actualizas que estamos tus fans con los ojos como platillos volantes (perfectamente dientificados) :-D Un abrazo!

      http://frasesdedios.blogspot.com.es/

      Eliminar
    4. "Dientificados", juas! Me gusta! :-D Pero quise decir "identificados" caray, con las priesasssss...

      Eliminar
    5. Pues estaba un poco abandonado pero hoy he vuelto a escribir algo por aquí. No creo que vuelva a hablar de "temas serios" por un tiempo, pero nunca se sabe. Muchas gracias por compartir extractos del blog. Un abrazo.

      Eliminar
  4. "la inmensa mayoría de los que defienden un mundo racional basado únicamente en los principios de la ciencia no tienen ni idea de los principios científicos que defienden"
    Hombre, quizás no saben explicar pormenorizadamente el mayor misterio de la humanidad, pero supongo que todos saben explicar por qué respiramos, porque estamos pegados al suelo, y otros muchos fenómenos simples y del día a día, lo que nos hace confiar en esa cosa que lo explica llamada ciencia.

    ResponderEliminar
  5. Hola Elías, gracias por comentar. Voy a coger uno de tus ejemplos de "fenómenos simples", el de la gravedad. El hecho es que ni yo ni la mayoría de que mentamos esa ley sabemos muy bien por qué estamos pegados al suelo, únicamente sabemos que lo estamos. No tengo muy claro por qué los cuerpos atraen y son atraídos por otros cuerpos, podría perfectamente obedecer a que la diosa Tierra y el resto de dioses Astros, egoistas y celosos por mantener aquello que poseen hacen todo lo posible por acaparar los cuerpos que tienen y por atraer más aún a ellos. Los dioses, cuyo cuerpo es cada uno de los planetas y demás cuerpos celestes son más fuertes cuanto más masa tienen y por eso su fuerza de atracción es mayor que la de los demás. Esa sería una explicación mítica de una realidad que la mayoría creería si fuese defendida por gentes de suficiente prestigio social.
    A la mayoría de "defensores de la ciencia" les preguntas cuál es el motivo por el que unos cuerpos atraen a otros y te dirán que no saben el por qué, sino que te remitirán a la ley de la gravedad sin explicarte por qué se produce dicho fenómeno del mismo modo que todos te dirán que el tiempo depende de la velocidad a la que se viaje. Simplemente lo creen porque se lo han dicho, pero no sabrían explicarlo más allá de repetir cuatro principios básicos que han escuchado y de los que, dicho sea de paso, no tengo por qué dudar.

    ResponderEliminar