Precisamente la entrada anterior era un juego para invitar a la reflexión de todos aquellos que por h o por b ponen a caer de un burro a quienes comen carne o aman la fiesta de los toros argumentando que matar a un animal está mal; que es un hecho que nos aleja de la humanidad y nos convierte en miserables morales, bla bla, bla. El hecho es que todo lo que he dicho en la entrada anterior referido a los perros y gatos es lo que hacemos a diario con moscas y mosquitos. Todos sin excepción hemos matado moscas, mosquitos y demás insectos por docenas y en ningún momento nos hemos sentido culpables por ello. No creo que ninguno de vosotros haya llamado salvaje a su madre por rociar la casa de insecticida, que no es otra cosa que veneno que seguramente provoque un dolor insufrible a las moscas y mosquitos que sufren sus efectos. Yo mismo publiqué el verano pasado una entrada dedicada al exterminio masivo de mosquitos y nadie se sorprendió por ello como sí lo habría hecho en el caso de que la entrada se titulase "Máquina de matar perros". ¿Acaso las moscas y mosquitos son menos animales que los perros y gatos? ¿Por qué matar a unos es moral y no lo es matar a otros?
Trataré de ser breve explicando la reflexión que querría que mis lectores hiciesen tras leer estas dos entradas. Ante la valoración moral de matar a un animal, desde mi punto de vista sólo existen dos posturas aceptables:
- 1º Matar a los animales está mal. Punto. No existen peros ni matices. Todos los animales tienen derecho a la vida y matarlos es deleznable, sea cual sea el animal y sea cual sea el modo en el que se le mata. Solo existirían dos excepciones a esta regla:
- A- El animal es un peligro obvio y evidente para mi superviviencia. Sería algo como "me ne encontrado con un león en mitad de la nada y ha intentado atacarme, es él o yo", o "hay una araña terriblemente venenosa en mi cuarto de baño y no voy a permitir que me pique a mí o a mis hijos".
- B- El animal está en agonía por una muerte inevitable y que le produce un terrible dolor, en cuyo caso matarlo es un alivio en lugar de un acto de crueldad.
- 2º Aceptar que todos los animales no son iguales y que hay una cercanía subjetiva de unos por encima de otros que hace que, por ejemplo, los perros estén más cerca moralmente de los humanos que las vacas (y por eso comerlos en Europa nos parece repugnante) o que una tortuguita merece vivir más que una cucaracha. En ese caso es obvio que el criterio que nos hace clasificar a los animales como "matables" o "inmatables" es totalmente subjetivo, con lo que no existe razón objetiva para que matar a una mosca porque nos molesta su zumbido esté bien, pero matar a un toro en una plaza como muestra artística (más o menos cuestionable) esté mal, pues ambas cosas son absolutamente prescindibles y esencialmente egoístas por parte del ser humano.
Con esto no quiero decir que no se pueda criticar el maltrato animal que uno considere que existe. Yo soy el primero al que se le revuelven las tripas al ver a un dueño que trata a palos a sus perros y que mandaría a campos de concentración a esa panda de energúmenos que se retratan con cadáveres de gatitos para colgarlos orgullosos en Internet. Sin embargo considero, que para que exista un debate constructivo tenemos que asumir que la valoración moral de la vida de los animales es, esencialmente, subjetiva, asumiendo nuestras contradicciones y sabiendo que el debate, por tanto, no puede pasar por la simpleza de equiparar la vida humana con la de otro animal, porque sencillamente no existe razón para pensar que seamos iguales. Tener contradicciones internas no nos hace menos inteligentes, ni menos humanos, sino que nos hace humanos. Yo, por ejemplo, que como he dicho agarro a las moscas para sacarlas de casa siempre que puedo, disfruto enormemente de la fiesta de los toros. Me encanta ir a la plaza y solo siento no poder ir más a menudo. Yo asumo mis contradicciones, y las tomo como base para tratar de llegar a determinadas conclusiones lógicas en los debates que puedo mantener al respecto. Pero centrar el debate en el absurdo argumento de "matar animales es malo y no matarlos es bueno" es esencialmente absurdo, porque nos convertiría a todos en "malos" y, creo que es obvio que, en esencia, no lo somos.