Los números ordinales determinan la posición de un elemento en un conjunto que se encuentra perfectamente ordenado. Esto significa algo tan sencillo como que después del primero viene el segundo, luego el tercero y así sucesivamente.
Para poder expresarlo como fórmula matemática digamos que si una cosa X que ha pasado una vez y vuelve a pasar, habrá pasado dos veces (2x). Con lo cual la fórmula vendría a ser algo parecido a esto (perdón por adelantado, soy de letras):
n * x = nx
Esto aplicado a la vida real vendría a significar algo así como que si uno tiene, por ejemplo, una "experiencia cercana a la muerte" y vuelve a tenerla, en total habrá tenido dos "experiencias cercanas a la muerte". En otras palabras, ésta última habría sido su segunda experiencia cercana a la muerte.
Sin embargo existe un ejemplo en el que la ciencia matemática y los números ordinales no tienen aplicación en la vida práctica. Un curioso acto que escapa a toda lógica numérica y que podríamos expresar con la siguiente fórmula:
n * x = x
Solo se tiene constancia de un hecho en el mundo real que obedece a esta última fórmula.Un hecho que por muchas veces que pase siempre ocurre por primera vez. Señoras y señores, hoy hablamos del GATILLAZO.
MÁXIMAS DEL GATILLAZO
Vamos a pormenorizar todos los detalles de este curioso acontecimiento tan desconocido por la Humanidad. Por supuesto cabe aclarar que ni a mí ni a ninguno de mis amigos nos ha pasado esto nunca. Y esto nos lleva a la primera máxima del gatillazo:
1º máxima del gatillazo: Ningún hombre ha tenido un gatillazo.
Si alguna de mis lectoras ha vivido la experiencia de estar con un hombre al que se le ha bajado el instrumento antes de terminar, y a veces casi antes de empezar, habrá comprobado que su primer comentario se parecía bastante a: "no sé qué ha pasado, es la primera vez que me ocurre".
2ª máxima del gatillazo: En caso de ocurrir siempre lo hace por primera vez.
Sé que suena reiterativo, pero es importante remarcarlo. Si un chico se va de casa de una chica con el rabo entre las piernas y un profundo sentido de vergüenza por haber ejecutado una mala actuación (si es que se le puede llamar actuación a olvidarse del texto antes de finalizar el primer acto de la obra) y a la noche siguiente visita la casa de otra doncella para volver a tener otro gatillazo, ese volverá a ser el primero que ha tenido en su vida. Exactamente lo mismo pasará con el tercero, cuarto, vigesimoséptimo, etcétera. Por muy paradójico que suene, todos ellos serán el primero en su vida.
3ª máxima del gatillazo: En caso de ocurrir, el gatillazo nunca es responsabilidad directa del sujeto en cuestión.
Dicen los expertos en estos temas que la causa principal del "problemilla" viene a ser la falta de concentración por estar excesivamente preocupado en dar la talla sexualmente hablando. Por supuesto que a ninguno de mis lectores han vivido esto porque todos ellos son perfectas máquinas de sexo, diseñadas para dar placer y verdaderos expertos en proporcionar orgasmos infinitos a la pareja. Semejantes sementales nunca podrían tener la más mínima duda acerca de la calidad de sus relaciones sexuales, la cual mejora lo inmejorable polvo a polvo.
En cualquier caso, en el hipotético, sumamente improbable, por no decir que imposible caso de que a alguno le pasase por primera vez, le ocurriría por estar muy cansado y/o haber bebido alcohol. Da lo mismo que haya fardado toda la vida de los polvos que ha echado borracho, será por culpa del alcohol. Es igual si la muchacha no ha notado cansancio cuando le ha arrancado las bragas y la ha subido a pulso encima de la lavadora, justo en el momento en el que aquello se baja, se da cuenta de que ha sido un día muy duro en el trabajo y se encuentra agotado.
Enumerados estos tres principios, vamos a pensar en cómo reaccionar al hecho en caso de que alguna vez pase. Antes de proseguir cabe aclarar que los siguientes consejos y situaciones han sido obtenidos tras una rigurosa y extensa búsqueda en Internet y no de la experiencia propia, puesto que yo, al igual que mis lectores, nunca hemos sufrido un gatillazo.
FASES DEL GATILLAZO
En el gatillazo tiene tres fases:
1ª fase del gatillazo: "Fase orgánica".
Se trata del momento en el que ocurre el gatillazo en cuestión. El sujeto está metido en el fregado, de pronto nota que se desconcentra por los motivos que sean. Por la mente del semental pasa la idea de que lo mismo la va a cagar por esa falta de concentración. Y finalmente su entrepierna confirma sus sospechas: la caga.
2ª fase del gatillazo: "Fase de negación"
La fase de negación dura entre diez y treinta segundos. Recibe dicho nombre porque ambas partes son conscientes de que algo no está funcionando pero deciden ignorarlo. La chica sigue moviéndose cual si estuviese gozando como en su vida ha gozado y el chico se dedica a recorrer el cuerpo femenino con labios y manos al tiempo que jadea con una pasión cuasi pornográfica. Ambas partes son conscientes de lo patético de la situación, pero aún así siguen haciéndola. El momento de cambio de fase puede venir dado por dos frases que son ineludibles y no pueden ser cambiadas por otras. Se pueden dar dos opciones:
- La chica pregunta: "¿Qué te pasa?"- La pregunta es absurda porque la respuesta es obvia.
- El chico suspira profundamente y dice: "Lo siento"- Se dice que es el único momento en el que todos los hombres deciden que la honestidad es la mejor y más digna de las salidas ¿Qué otra cosa van a decir? Esta opción es compatible con la anterior.
3ª fase del gatillazo: "Ruegos, preguntas y aclaraciones".
El mismo nombre de la fase la define, es la fase en la que el chico se excusa y, por mucho que lo intenta está condenado a soportar una larga conversación sobre su falo y fallo. Se puede decir que empieza con la anteriormente citada frase de "Lo siento", dando lugar ineludiblemente a la respuesta de "No pasa nada". Esto es ineludible, pero no por ello positivo ni correcto en forma alguna. Lo que nos lleva a la siguiente fase del post.
FORMAS DE CAGARLA BIEN CAGADA
Este apartado va destinado a vosotras, queridas lectoras. Los hombres bastante se cubren ya de gloria con el gatillazo en cuestión, la han cagado tanto que no la pueden cagar más. Una vez que se ha cometido el error las únicas que pueden empeorar la situación sois vosotras. Así que aquí adjunto una pequeña lista de cosas que no hay que hacer.
- No intentéis alzar el árbol caído- Aquello una vez bajado no lo levanta ni Dios. Tratar de hacerlo lo único que hace es aumentar la sensación de vergüenza y lejos de levantar nada, puede hacer que la más grande boa constrictor encoja hasta alcanzar el tamaño de una lombriz de tierra.
- No preguntéis "¿qué te pasa?"- Perdón por ser redundante, pero es que es muy importante entrar con buen pie en el trauma. Lo que está ocurriendo es evidente y tratar que el hombre lo diga solo consigue destruir más su ya minada moral.
- No digáis "No pasa nada".- ¡Claro que pasa joder! Pasa que quería echarte una serie de no menos de cinco polvos sin sacarla y el sindicalista se me ha puesto en huelga sin apenas haber empezado la jornada. No pasa nada dice... Vas a hacer una parrillada y se te rompe la barbacoa. ¿No pasa nada? Claro que pasa...que te quedas con hambre.
- Prohibido hacer una pregunta o comentario del tipo "no te pongo ¿verdad?"- Tengo como principio vital el no hacer preguntas de las que no quiera saber la respuesta. Ninguna de las cosas que diga el chico tras eso traerá nada positivo, puesto que le ponéis en un compromiso. Si creyeseis que no le ponéis no lo preguntaríais y si existe esa atracción haréis que el chico se sienta más miserable describiendo lo cachondo que se pone al verte al tiempo que su pene se va asemejando más y más a una uva pasa.
- Guardaos las bromas para otro día- Se suele decir que a ese momento hay que echarle humor, pero desde luego que hay una diferencia abismal entre querer quitar importancia al asunto y hacer bromitas sobre la herramienta estropeada en cuestión.
- Jamás, jamás, jamás, jamás...no si si me he explicado...jamás habléis en ese momento (por lo general tampoco en otros) de vuestras relaciones sexuales con otros hombres de forma positiva, insinuando que son más hábiles y/o potentes que el pobre hombre al que se le ha bajado el nabo en vuestra cama.- "Vaya, qué curioso ¿Y por qué ta pasan estas cosas? Mira que he follado con hombres y nunca le había pasado a ninguno." "En diez años que estuve con mi novio no falló ni una sola vez". Me parece insultar a vuestra inteligencia tratar de justificar por qué escuchar eso supone una humillación mayor que ser colgado en la plaza pública vestido de hawaiana.
- No cuestionéis lo que no hay que cuestionar- Me da la impresión de que todo esto que estoy poniendo aquí se reduce a sentido común, pero por otro lado el sentido común es el menos común de todos los sentidos. Así que si se os pasa por la cabeza preguntarle al chico si es gay cuando acaba de tener un gatillazo, por favor morderos la lengua, masticad lo mordido y tragadlo procurando no envenenaros. Plantearos lo bien que os sentiríais si vais a echar un polvo que tenéis canas de echar con un chico que os encanta, pero que resulta que no lubricáis. Imaginad además que el chico llega, sonríe son suficiencia y mirándoos a la cara os pregunta si sois lesbianas... Jode ¿verdad? Pues a aplicarse el cuento.
FORMAS DE SALVAR LA DIGNIDAD EN LA MEDIDA DE LO POSIBLE.
- Bajarse al pilón.- No cuesta nada muchachos. Hay un momento (todo esto repito que es según los expertos) en el que uno sabe que aquello va a salir mal aunque el hecho no haya ocurrido aún. Es en ese instante en el que sabes que el gatillazo va a llegar pero ella aún nota entre sus piernas un instrumento de unas dimensiones dignas, cuando debes de bajar la boca a esa deliciosa (no siempre por desgracia) flor que la chica tiene entre las piernas. Una vez que la muchacha culmine un intenso orgasmo con tu lengua podrás volver a abrazarla y a descubrir que a ellas les pasa lo mismo que a nosotros: una vez que se corren no se preocupan demasiado del otro. Si eres mejor con la mano que con la boca...como dicen en la DGT: "llegar es lo importante"
- Echar un órdago.- Si la chica con la que te acaba de pasar eso es la chica de tus sueños y es la primera vez que estáis en la cama es evidente que la primera impresión (que dice el anuncio que es la que queda) ha sido difícilmente empeorable. Es el momento de hacer de la necesidad virtud y, dado que hay que salvar al dignidad, tratar de conquistarla y explicar por qué nuestro primo de Zumosol se ha convertido en un pezqueñín en un santiamén. Es ahí cuando hay que decir "creo que eres la mujer más increíble que he visto. Pensar que he conseguido que te fijes en mí...no sé, creo que me impones. Eres tan impresionante que no he podido concentrarme en otra cosa que en la suerte que tengo de poder tenerte entre mis brazos". Está demostrado que, a menos que Zapatero esté de por medio, nada que haya tocado fondo puede ir a peor. Muchas parejas se han enamorado así. Por alguna extraña razón hay un grupo selecto de mujeres (algunas incluso buenas) a las que les pone especialmente cachondas que sus parejas tengan dificultades para tener sexo con ellas. ¿No lo creéis? Echad un vistazo al vídeo.
3. Echarles la culpa- Las mujeres no son muy diferentes de los hombres y también tiene su preocupación por aquello de gustar y dar la talla (por supuesto que esta preocupación no me afecta a mí, que soy el amante definitivo, el donante de amor perfecto, el único semental que sería capaz de solucionar el problema de la natalidad en España en menos de un año...etc). Así que el momento en el que sugieren que no te ponen...dales la razón. Os doy algunos ejemplos que os pueden ayudar :
- "Pues sí que es eso. Perdona. Yo no quería que te dieses cuenta, pero... es que la caída de tus tetas...mira.. parecen pellejos."
- "No, no me pones. Pero me sabe mal por ti ¿Quieres que apaguemos la luz y lo intentemos de nuevo?"
- "Mucho diente y poca lengua".
- "Una cosa es que digas guarradas y otra lo que tú haces, preciosa. Que esto no es una película porno..."
- "Yo qué sé...a lo mejor es que mis expectativas eran muy altas. No es tu culpa, es mía. Tuve una novia atleta y a veces me creo que todas tenéis que ser así."
4. Decir que a Nacho Vidal también le pasó.- Parecerá una tontería, pero problemas desesperados requieren soluciones desesperadas, y en ese momento la salvación de la reputación y la dignidad es, sin duda, un problema desesperado. Sin embargo se presenta el inconveniente de que si vales para compararte con Nacho cuando tienes un gatillazo deberías también ser capaz de hacerlo cuando la herramienta está en perfectas condiciones de uso. Honestamente, no estoy seguro de que convenga vivir a la sombra de determinadas comparaciones.
Ya acabamos, queridos amigos. Os recuerdo a modo de despedida que esta entrada ha sido un arduo trabajo sustentado en horas y horas de documentación. Es complicado escribir acerca de algo desconocido de lo que no se tiene experiencia personal alguna, porque yo, al igual que vosotros, jamás he sufrido un gatillazo. Impensable.
Por eso, porque soy consciente de que a vosotros tampoco os ha pasado, os pido sinceramente disculpas, puesto que sé que,al contrario que en otras entradas, esta vez no habéis esbozado esa media sonrisa que se esboza cuando uno se ve reflejado en lo que lee. Porque una de las reglas del humor es utilizar y exagerar situaciones que hayan sido vividas por el público...y vosotros no habéis tenido un gatillazo jamás.
¿Verdad?